Semiología
del tórax
Reconocemos
como límite superior del tórax:
-
por delante el relieve del borde superior del manubrio esternal y ambas
clavículas.
- por detrás
una línea trazada entre ambas articulaciones acromion claviculares
pasando por la apófisis espinosa de la 7ª cervical.
El límite inferior está representado por el
relieve del reborde costal y apéndice xifoides, extendiéndose por detrás hasta
la 12ª costilla. Estos límites externos
no son absolutos respecto del contenido interior de la cavidad, ya que ambos
vértices pulmonares sobresalen parcialmente por encima hacia el hueco
supraclavicular. Asimismo la forma abovedada del diafragma por debajo determina
un plano de superposición entre los contenidos torácico y abdominal desde las
regiones mamarias hasta el ombligo.
El examen físico del tórax (en lo que se
refiere al aparato respiratorio) se efectúa según la clásica secuencia
INSPECCIÓN- PALPACIÓN- PERCUSIÓN- AUSCULTACIÓN. Nos basaremos en esta secuencia
para describir los aspectos sobresalientes en la práctica clínica del examen
torácico. Es imprescindible desvestir al individuo, por lo que se considera
grave error efectuar cualquier maniobra con la ropa puesta, por la alta chance
de obtener falsa información en tal condición.
INSPECCIÓN:
La inspección del tórax debería realizarse con el
paciente vertical, ya sea sentado o de pie, aun con la ayuda de un asistente. Inicialmente, la actitud espontánea del
paciente puede brindar datos valiosos en cuanto al alivio o empeoramiento de
sus síntomas. En la primera aproximación al examen físico del paciente es
posible evaluar alteraciones generales de valor diagnostico. Algunos ejemplos
son:
§El estado de nutrición,
que pueda llegar a tener al
grado de caquexia en el carcinoma broncogeno y en la tuberculosis crónica
extendida.
§ La cianosis,
por insuficiencia
respiratoria.
§ EL aleteo nasal y utilización de los músculos
esternocleidomastoideos en la crisis asmática.
La inspección del tórax se divide en 2:
1-
Estática (En reposo)
2-
Dinámica (Durante movimientos respiratorios).
Tórax
Estático
Se procede para la detectar la presencia de
deformaciones del tórax ya sean adquiridas o congénitas. No hay una figura
geométrica ni medidas exactas para definir un tórax normal, dadas las variantes
anatómicas de acuerdo con la constitución individual, la edad, el sexo, la
actividad física, y otras múltiples variables que no representan enfermedad. El
tórax conserva la simetría general en su
configuración exterior y en su movilidad, si bien puede haber mínimas diferencias
en el desarrollo individual de la caja y las mamas. El observador debe ubicarse
frente al paciente para comparar ambos hemitórax y ubicar los principales
puntos de reparo anatómicos: los relieves claviculares, escapulares, los arcos
costales, esternón y xifoides, pezones, y los relieves de partes blandas. Las
regiones torácicas se dividen según las líneas verticales y horizontales
convencionales, a los efectos de localizar cualquier lesión en la historia
clínica.
Regiones:
a- Infraclavicular b-
Mamaria c- Hipocondrio d-
Esternal e- Supraescapular externa
f- Supraescapular interna
g- Escapular h-
Escapulovertebral i- Infraescapular externa
j- Infraescapular interna k- Axilar l-
Infraaxilar.
Las
alteraciones anatómicas torácicas pueden ser congénitas o adquiridas.
Mencionaremos las Principales:
Ø Tórax enfisematoso o en tonel:
la caja se deforma por la
hiperinsuflación permanente en el enfisema pulmonar, con aumento a predominio
del diámetro antero posterior desproporcionadamente.
Ø Tórax cifoescoliótico: La exageración de la curvatura a
concavidad anterior en la columna dorsal (cifosis) habitualmente se combina con
la desviación lateral de la misma (escoliosis). Éstas pueden ser congénitas o
adquirirse por lesiones óseas como las fracturas vertebrales, o bien como vicio
postural. Cuasimodo, el jorobado de Notre Dame, es uno de los más conocidos
portadores. Es una deformidad frecuente en los ancianos, como la figura
siguiente lo muestra en tres mujeres de generaciones sucesivas de la misma
familia.
Ø Pectus excavatum (o
infundibuliforme) y pectus carinatum (o pecho de paloma): constituyen la deformidad por hundimiento o
protrusión, respectivamente, del esternón, respecto de la parrilla costal.
Anomalías de la piel
del tórax:
-
Eritema.
-
Dermografimo blanco o negro.
-
Latidos arteriales.
-
SIND. De la vena cava superior.
-
PROC. Infiltrativos apicales.
- Estrías o arañas vasculares.
-
Edema.
-
Enfisema.
-
Empiema.
-
Aumento de los ganglios linfáticos.
Anomalías del esqueleto
oseo:
- Anomalías congénitas.
-
Procesos inflamatorios.
- Nódulos Neoplásicos.
-
Fracturas.
Ejemplos en imágenes:
Tórax enfisematoso o en tonel
Tórax cifoescoliótico
Pectus excavatum
Tórax
Dinámico
Sirve para precisar las características de
los movimientos respiratorios en lo que se refiere a sus frecuencias, ritmo,
amplitud y simetrías.
Tipos de respiración normal:
-
Costo superior (En la mujer).
-
Costoabdominal (En el hombre).
-
Abdominal (En niños).
§ Respiración normal: En una inspiración normal, se expande el
tórax por acción del diafragma. Puede ser a predominio costo-abdominal (que es
lo más frecuente en hombres), costal (como ocurre en mujeres o pacientes con
distensión abdominal) o abdominal (cuando el paciente inmoviliza el tórax por
dolor). Al contraerse el diafragma durante la inspiración, el abdomen se expande
hacia adelante (para notarlo mejor conviene colocar una mano sobre la región
alta del abdomen). Como se sabe, un individuo sano en reposo utiliza el
diafragma como principal músculo inspiratorio, siendo la exhalación un fenómeno
pasivo. A medida que aumenta su requerimiento ventilatorio en situaciones
críticas, dicha demanda requiere del uso de sus músculos accesorios, tanto
inspiratorios (intercostales, trapecio, esternocleidomastoideo, pectorales)
como espiratorios (pared abdominal, deltoides, intercostales, etc). Este
trabajo muscular puede ser evidente ya a la inspección o requerir de la
palpación para ser descubierta. Cuando su intensidad es marcada, representa un
esfuerzo excesivo que puede conducir al agotamiento o fatiga muscular con
riesgo de vida, constituyendo una verdadera urgencia médica. Esta situación se
denomina genéricamente “dificultad respiratoria” y además de la disnea en
reposo, se acompaña de aleteo nasal, y otros signos relacionados al ejercicio
intenso como sudoración profusa y sensación de calor. No configura un
diagnóstico específico de ninguna patología, ya que puede presentarse en un
sinnúmero de enfermedades respiratorias o de cualquier índole, sino que su
hallazgo apunta al enorme esfuerzo desarrollado por el paciente y el riesgo de
paro respiratorio por agotamiento de persistir tal condición.
Un signo característico de esfuerzo inspiratorio está dado por el
aumento exagerado de la presión negativa inspiratoria, determinando la
exageración de la depresión de las partes blandas en los huecos o espacios
entre los huesos de la caja torácica. Dicho signo se denomina “tiraje” y puede
aparecer localizado en el hueco supraclavicular, supra esternal o en los
espacios intercostales. El punto de mayor gravedad determina su aparición en
todos ellos simultáneamente (tiraje generalizado). Es más evidente en
individuos delgados o desnutridos. Al aparecer la fatiga muscular, el diafragma
y la pared abdominal ya no se contraen, y la ventilación depende del trabajo
del resto de los músculos accesorios. El diafragma y la pared abdominal son
arrastrados pasivamente con las variaciones de presión en ambos tiempos del ciclo respiratorio,
invirtiéndose el sentido normal de su desplazamiento. Así, en la inspiración
son succionados hacia el tórax, y en la espiración empujada hacia adelante,
observándose en el individuo que la pared abdominal se mueve en sentido opuesto
a la parrilla costal. Comparando entonces el movimiento simultáneo del tórax y
el abdomen, ambos se desplazan en sentido inverso a semejanza de un balancín,
situación denominada “respiración paradojal”, signo que precede al paro
respiratorio por fatiga.
Trastornos
del ritmo respiratorio:
·
Patrón
de Cheyne-Stokes o respiración periódica:
la frecuencia y el volumen
respiratorio aumentan en forma progresiva hasta una franca taquipnea, para ir de
creciendo posteriormente hasta llegar a un lapso de apnea de 20- 30 segundos,
luego de lo cual el ciclo se reinicia nuevamente en forma continua. Este patrón cíclico de apnea-taquipnea se
observa en la insuficiencia cardíaca crónica, y en algunas lesiones del sistema
nervioso central.
·
Respiración
de Biot: Respiración que mantiene cierto ritmo, pero interrumpido por períodos de
apnea. Cuando la alteración es más extrema, comprometiendo el ritmo y la
amplitud, se llama respiración atáxica. Ambas formas se observan en lesiones
graves del sistema nervioso central.
·
Respiración
de Küssmaul: La amplitud y la frecuencia ventilatoria se encuentran
aumentadas con un ritmo regular y sostenido, con una espiración de tipo resoplante
y prolongado. Se observa en las acidosis metabólicas como la cetoacidosis
diabética o la insuficiencia renal.
·
Gasping
o respiración agónica: el esfuerzo inspiratorio es débil
con escasa movilización de aire. Hay apertura bucal e hiperextensión de la
cabeza en cada movimiento. Ocurre inmediatamente antes del paro respiratorio
por cualquier causa o en los pacientes en agonía. Cuando el observador detecta
solamente un aumento de la ventilación sin poder caracterizarla
específicamente, se denomina “hiperpnea” o más frecuentemente
“hiperventilación”. La movilidad respiratoria abdominal es abolida cuando los
músculos de su pared se contraen en una posición fija permanente, como ocurre
en las peritonitis por perforación gástrica, en las que el intenso dolor por la
irritación de la serosa peritoneal determina la inmovilización de la pared abdominal
por contractura, caracterizada como “abdomen en tabla”.
PALPACIÓN
La palpación del tórax, en lo
referido al aparato respiratorio, consiste en aplicar el sentido del tacto del
observador con el paciente en actitud pasiva, o activa cuando se le solicita
alguna maniobra. Existen cinco pasos para la palpación del sistema respiratorio:
1)
Alteraciones de la pared torácica.
2)
Resistencia torácica.
3)
Expansión torácica.
4)
Vibraciones vocales.
5)
Vibraciones pleurales.
EXPANSIÓN
La
exploración de la expansión torácica tiene por objeto detectar diferencias comparando
ambos hemitórax, dado que en la inspiración el movimiento de los arcos costales
amplía los diámetros anteroposterior y transversal en forma simétrica. El
examinador se coloca en línea recta por detrás del paciente sentado, apoyando
ambas manos plenamente abarcando los arcos costales y dirigiendo los pulgares
hacia la línea media. En una inspiración profunda, el tórax de un adulto sano
expande ambos hemitórax en un rango variable 5 a 10 cm La maniobra se puede
repetir colocándose frente al paciente y colocando las manos en el reborde
costal con idéntica técnica. Esta maniobra puede descubrir la falta de
expansión suficiente en forma unilateral o bilateral. No detecta anomalías
leves, de modo que si el operador es capaz de detectar la falta de expansión de
uno o ambos hemitórax, es porque la lesión causal es de gran magnitud. No
obstante, severas patologías pleuropulmonares no son detectadas por esta
maniobra.
Causas de mala expansión unilateral: Causas de mala expansión bilateral:
-
Atelectasia
-Obesidad extrema
-
Derrame pleural
-Enfisema pulmonar
-
Dolor torácico
-Distensión abdominal extrema
-
Fracturas costales múltiples -Quemadura extensa
del tórax
-
Deformidad anatómica -Fracturas
costales bilaterales
-
Neumotórax
-Enfermedades neuromusculares
- Embarazo avanzado
VIBRACIONES
VOCALES (VV)
Desde su punto de origen en la
laringe, la voz se transmite hacia la pared del tórax como una vibración
palpable conducida a través de los órganos del aparato respiratorio (tráquea,
bronquios, parénquima pulmonar, pleuras). Para tener una cabal idea de la
sensación vibratoria vocal, el aprendiz puede palpar la cara anterior del
cuello mientras habla.
Toda vez que alguna causa patológica
favorece su conducción (aumentando su intensidad) o la impide (disminuyendo su intensidad), el
explorador puede detectarlo siempre que la lesión causal sea de cierta
magnitud, palpando la pared y comparando la simetría del hallazgo. La técnica
de exploración de las vibraciones vocales se efectúa sobre la piel desnuda. El
paciente sentado o parado pronuncia cualquier palabra de varias sílabas
(clásicamente “treinta y tres”) repitiéndola todas las veces que sea necesario
mientras el médico compara simétricamente la intensidad con que se perciben. La
maniobra puede efectuarse con la cara palmar, la cara dorsal, o la superficie
cubital de la mano exploradora. Puede efectuarse en forma bimanual, o unimanual
de acuerdo con la sensibilidad del examinador. Esta exploración tampoco
detectará lesiones de carácter leve, por lo que cualquier hallazgo anormal
sugiere una lesión de gran magnitud subyacente. No es posible explorar las
regiones donde los omóplatos anulan la conducción vibratoria. La intensidad del
fenómeno tiene grandes variaciones individuales en personas sanas dependiendo
del espesor de la pared torácica y las características de la voz (tonalidad,
intensidad, colaboración del paciente, etc).
PERCUSIÓN
La percusión ayuda a determinar si los
tejidos subyacentes están llenos con aire, líquidos o sólidos. Al aplicar un golpe sobre cualquier objeto,
el sonido resultante dependerá de la conformación del mismo. Los objetos
macizos generan un ruido seco y apagado (por ejemplo una pared), mientras que
los que contienen aire dan un sonido con cierta resonancia (p.ej. una caja
vacía). La percusión del tórax se efectúa con la técnica universal
digito-digital, excepto en la columna.
Los
sonidos obtenidos se caracterizan como:
·
Sonoridad:
el ruido es grave y
retumbante, como el golpe sobre el parche de un tambor. Corresponde a la mayor
parte del tórax, incluyendo el esternón y la columna vertebral.
·
Matidez:
seco y apagado, de corta
duración. Para conocerlo, el aprendiz puede percutir el muslo o la masa del
deltoides. Un punto intermedio entre sonoridad y matidez es la submatidez.
·
Timpanismo:
sonido con cierto timbre
musical y resonante. Corresponde a grandes cavidades con aire.
En general, el cuerpo humano normal ofrece
todas las variantes de los sonidos percutorios. El carácter patológico está
determinado porque el hallazgo no corresponde al sitio explorado. Es decir, es
normal la matidez en el muslo, pero es patológico encontrarla en el espacio de
Traube. Ese hecho también pone de manifiesto que no hay excusas para desconocer
los sonidos y la técnica de la percusión. La maniobra se puede practicar en cualquier parte y con cualquier asistente
que cumpla el rol de paciente. La presencia de las escápulas impide percutir
sobre dichas áreas. Una maniobra que permite la exploración parcial de la zona
consiste en que el paciente cruce los brazos al máximo posible. En la figura se
representan los resultados normales a la percusión. El área cardíaca es difícil
de delimitar y dada la alta chance de errores, actualmente no se utiliza la
percusión para evaluar las dimensiones del corazón habiendo sido superada por
los estudios por imagen. Excepto dichas zonas, el resto del tórax es
normalmente sonoro. Nuevamente, la maniobra se efectúa en forma simétrica para
comparar ambos lados, desde el vértice hacia las bases sobre cada espacio
intercostal, recorriendo tanto la cara anterior y posterior, como las regiones
en la axila. La exploración percutoria
permite además delimitar la excursión pulmonar en las bases, es decir, el área
que es mate en la espiración profunda
pero se torna sonora en la inspiración profunda. Normalmente mide de 4 a
6 cm verticalmente.
Causas de matidez:
Atelectasia – Condensación – Derrame pleural .
Causas de hipersonoridad o timpanismo:
Neumotórax – Neumotórax a tensión – Enfisema – Relajación del parénquima
pulmonar por compresión.
AUSCULTACIÓN
Aplicando el estetoscopio se pueden escuchar los sonidos
producidos por el paso del aire y por la voz. El sonido del murmullo vesicular
corresponde al movimiento de aire hacia el parénquima pulmonar, y se percibe
mejor en inspiración profunda a través de la boca. Su hallazgo sugiere que el
bronquio es permeable y el pulmón recibe ventilación en la región
correspondiente. Es decir entonces que su ausencia implica la falta de
ventilación adecuada en dicha zona pulmonar.
Aplicando el instrumento sobre la laringe, se percibe el sonido normal
de la respiración glótica, audible en ambos tiempos de la respiración. Si este
mismo sonido es percibido sobre el tórax, el hallazgo es patológico y
constituye el soplo tubario o brónquico. Los demás ruidos patológicos se clasifican
en diferentes formas de acuerdo con cada autor. Nos limitaremos a aquellos de
principal interés en la práctica general,
remitiendo al estudiante a las fuentes bibliográficas para ampliar el
tema, como así también las teorías en cuanto a la génesis de cada uno (ver al
final) Nuevamente, se insiste en la necesidad de comparar simétricamente ambos
hemitórax para destacar los hallazgos en uno y otro lado. Se destaca que para
percibir los distintos fenómenos auscultatorios, la lesión originante debe tener
cierto tamaño, y estar en contacto con la pared torácica. Si se interpusiera
líquido (derrame pleural), aire (neumotórax) o una porción de tejido pulmonar
sano, se reduce o desaparece la chance de detectarlo.
§ Soplo tubario:
característico de las
condensaciones pulmonares, que conducen con facilidad el sonido de la
respiración glótica hasta el tórax.
§ Soplo pleural: cuando hay relajación pulmonar por
compresión, típica del límite superior de los derrames pleurales.
§ Soplo anfórico:
es el paso de aire por una
gran cavidad que es ventiladapor un bronquio permeable. Se lo puede imitar
soplando por el pico de una botella vacía.
§ Estertores o Rales
secos: 1) Roncus: (similar al ronquido o ronroneo de un gato, en caso de secreciones
viscosas u obstrucción en grandes vías aéreas). 2) Sibilancias: (silbido agudo audible en caso de obstrucción de vías
aéreas de menor calibre como en la crisis asmática o el EPOC).
§ Estertores o Rales
húmedos: 1) Crepitantes:
comparables a frotar un mechón de cabello frente al oído, o a la apertura de
una esponja húmeda. Corresponden a la apertura de alveolos colapsados o llenos
de líquido, como en la neumonía y el edema pulmonar. 2) Subcrepitantes: o de burbuja, por la movilización de secreciones
por el paso de aire en bronquios de pequeño tamaño.
§ Frote pleural:
ruido de vaivén por el
frotamiento de las pleuras despulidas en las pleuritis de cualquier causa.
Frotando con firmeza dos dedos secos entre sí frente al oído se percibe un
ruido similar.
En el caso puntual de la obstrucción
de vía aérea a nivel laríngeo o traqueal, el paso del aire a través de un área
reducida produce el sonido conocido como estridor, de tono agudo y rudo. Se lo
puede imitar cerrando voluntariamente la glotis e inspirando
enérgicamente. Si la obstrucción es aún
más severa, ocasionalmente el sonido semeja a una corneta (como las que el
público hace sonar en la tribuna en eventos deportivos), denominado cornaje. La
intensidad del mismo puede hacerlo audible aun sin usar estetoscopio, aunque en
casos leves suele ser necesario utilizarlo para detectarlo. Auscultación de la
voz: del mismo modo que al palparlas, las vibraciones pueden ser auscultadas
con el estetoscopio apoyado en el tórax. Normalmente sólo se percibe un sonido
vibrante, como el de una radio mal sintonizada, sin diferenciarse palabras
articuladas. El paciente pronunciará
nuevamente “treinta y tres” o cualquier vocablo con varias sílabas.
Las anomalías corresponden al aumento o
disminución en la calidad de audición. Cuando se facilita la transmisión, el
aumento de la percepción de la voz auscultada se clasifica en tres grados, que
representan simplemente tres grados distintos de la misma alteración:
- Broncofonía: es la
audición de la voz auscultada en forma intensa y por encima de lo normal, sin
distinguirse palabras claras.
- Pectoriloquia: cuando
además de la acentuación de la intensidad, se puede distinguir claramente cada
palabra articulada, como si el paciente nos hablara por teléfono.
- Pectoriloquia áfona: representa el punto máximo de transmisión vocal, en el que la calidad de
la audición es tan marcada que el examinador puede percibir las palabras
dichas “en secreto” o “cuchicheadas” por
el paciente, como si estuviera susurrando al oído sin utilizar sus cuerdas
vocales para hablar.
Por
el contrario, la abolición de la voz auscultada tiene el mismo valor que su
palpación, y reconoce las mismas causas: derrame pleural, neumotórax y
atelectasia.
Se
remarca y se insiste en:
La necesidad de ensayar y practicar las
maniobras en forma reiterativa, hasta lograr máxima destreza en su ejecución.
Consultar la bibliografía para ampliar
conocimientos del tema.
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
1- Semiología Médica –
Fisiopatología. Cossio, Fustinoni y Rospide. 7ª edición.
2- Semiología Médica - J. Surós . 8ª edición
3- Semiología Médica – Goic,
Chamorro y Reyes – 2ª edición
4- Semiología- F. Schaposnik. 6ª
edición
5- www.meddean.luc.edu
( Loyola University Chicago)
6- www.com.msu.edu/aa/unitI/OST501/Pulm%20Exam.pdf
(Michigan State University)
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